Archivo de 18 diciembre 2007

Existe dos partes posteriores de este artículo en
Cómo hacer mi árbol genealógico (2ª parte)
Cómo hacer mi árbol genealógico (3ª parte)

Muchas veces tanto a la Asociación AragónGen como a título personal nos llegan consultas de cómo empezar no tanto en la Genealogía como a hacer el árbol genealógico propio. Los motivos suelen ser diversos pero similares por ese afán tan humano de conocer nuestro pasado y a nuestros antepasados.

Solemos atender las consultas de una forma bastante personalizada lo que conlleva que no tenemos un manual de cómo hacer estas tareas. No pretendo en esta serie de artículos hacer un libro sobre la materia sino más bien reflejar una serie de consejos iniciales que suelen ayudar bastante a no perderse. Debemos recordar que si pretendemos profundizar en el tema, nos llevará toda la vida y todo lo que hagamos bien al principio será de agradecer.

El primer consejo es, como en tantas cosas en esta vida, la paciencia. No pensemos que en un par de días tendremos el árbol hasta el año 1700. Las dificultades, en muchos casos, son numerosas y deberemos saber de antemano que en ciertas ramas nos quedaremos en años muy próximos.

Vamos pues con los primeros consejos y tareas para afrontar este pequeño reto.

Imagen de árbol genealógico

El primer paso

El primer paso consiste en apuntar (bien en papel o en algún medio informático) lo que sabemos de nuestros antepasados hasta que somos capaces de recordar. No hay que preocuparse si nuestro alcance es corto (por ejemplo, sólo hasta nuestros padres, o incluso menos), lo importante es anotar todo lo que recordemos. Esto nos dará, generalmente, unas primeras ramas de nuestro árbol que, poco a poco, iremos completando.

Una vez anotados nuestros recuerdos de los antepasados, intentaremos hablar con nuestros familiares, sobre todo los mayores. Esto fundamentalmente por dos motivos: primero porque seguro nos aportan más información; y segundo, porque siempre es bueno hablar con los mayores, tienen mucho que contar, mucho tiempo para ello y pocas orejas que les escuchen. Como vemos, mataremos dos pájaros importantes de un solo tiro.

Es importante anotar todo lo que se pueda, aunque en principio nos parezca sin importancia o dudoso. También es importante anotar la fuente de dónde se ha obtenido cada dato, por si es preciso repasar, comprobar o comparar con posterioridad.

El segundo paso

El segundo paso ya nos lleva a las fuentes documentales si bien con poca investigación. Consiste en pedir a los registros civiles correspondientes las partidas de nacimiento de nuestros antepasados más cercanos (padres, abuelos o incluso si es posible más arriba).

El problema es que el registro civil en España no se llevo a cabo hasta finales del siglo XIX y, por tanto, es difícil que nos podamos remontar más allá de nuestros abuelos o, como mucho, bisabuelos. En otros países la situación no es muy distinta, por lo que en seguida tendremos todas las partidas completas.

El mejor método, inicialmente, es visitar el sitio web del Ministerio de Justicia español (www.justicia.es) y acceder a Atención al ciudadano – Trámites personales – Persona (tipo: nacimiento, defunción, matrimonio, etc.) – Indicar on-line y rellenar el formulario, para pedir las partidas en aquellos municipios que se permita hacerlo de esta forma. Si no es posible su solicitud por la web, lo más aconsejable es llamar por teléfono al Registro Civil (o similar) de la localidad en la que nació nuestro antepasado, para que nos den instrucciones sobre nuestra petición.

Continuará…

Etiquetas: ,

Comments 8 Comentarios »