Hace ya unos días me enteré de la celebración de una jornada sobre Business Intelligence en Zaragoza (“Introducción al Business Intelligence con MicroStrategy“) y, ni corto ni perezoso, decidí inscribirme. Tras alguna duda por parte de la organización (en mi calidad de consultor y de posible integrador era competencia de ellos, o al menos eso creían) me reservaron plaza y ahí he estado todo el día.

La razón de inscribirme es que tenía curiosidad en conocer el producto (MicroStrategy) mas que el propio concepto (“Introducción al Business Intelligence”). Y la verdad es que en ese sentido no ha estado mal el día.

Lo que no me acaba de convencer es esa tendencia actual (desarrollada y promovida por corrientes de lo que yo denomino MarkeTIC) de poner nombres grandilocuentes (por supuesto, anglosajones) a cosas que en informática y comunicaciones conocemos desde hace ya mucho tiempo con nombres más simples o incluso sin necesidad de ellos. Me refiero a que yo hace ya más de diez años ya hacía lo que denominamos ahora Business Intelligence (vaya nombrecito, por cierto) solo que le llamábamos informes basados en consultas (vale, a veces decíamos query) accesibles mediante herramientas externas contra objetos de datos (aquí si empleábamos la terminología OLAP). También creábamos tablas temporales o almacenes de datos vinculados (no les llamábamos Datawarehouse, claro) y, en el fondo, intentábamos el acceso, explotación y sacar conclusiones de los datos de forma no evidente (o sea, Data Mining)

Pero claro, así no vendíamos. Al fin y al cabo lo que hacíamos era informes sobre consultas (algunas de las cuales podía medirse en metros o más) y eso no era “inteligente”, por lo visto. Se ve que mi condición de viejo cascarrabias aflora a la menor oportunidad.

En cualquier caso he de reconocer que el tema ha avanzado sobremanera, sobre todo en comodidad y flexibilidad. En la presentación de hoy (más flojita, en mi opinión, la de la mañana sobre el aspecto usuario y mejor la de la tarde en desarrollo y administración) he visto claramente esa evolución, permitiendo que con dos clics tengamos esos informes que tanto gustan a nuestros gerentes y financieros. Y todo en Flash, claro…

Pues sí, buen producto. Por poner objeciones, que evidentemente las hay, nombraré la dificultad práctica que tiene para muchos el enlazar el propio MicroStrategy con los datos que a buen seguro procederán de un ERP o similar que los propios informáticos desconocerán en su estructura. Y es que veo que una vez identificados los objetos de negocio (basados en, como no, el propio modelo de negocio a analizar) la cosa está bastante tirada, pero la dificultad de ese paso previo a veces resultará insalvable. Claro que de eso viven muchos, cosa no fácil en estos tiempos.

Bueno, pues gracias a Belén Ortega de A Smart Data, como organizadora, y a Jordi Pujol, preventa de MicroStrategy, como interesante ponente.

Etiquetas: , ,