Es cierto que nunca hablo de otra de mis aficiones confensables: el baloncesto. Es que tampoco es que sea un apasionado aunque sí un buen aficionado como público o como ¿jugador?
Pero no me resisto a contar una experiencia repetida nuevamente en este mes de septiembre. Con él volvemos a las ligas y, en nuestro caso, a la dichosa LEB donde se encuentra el CAI de nuestros amores y desamores. Y por segundo año consecutivo, volvemos a ver baloncesto en directo tras haber visto un campeonato, en este caso el Eurobasket.
Y los dos años me ha pasado lo mismo: tras ver el ritmo, velocidad, defensa y demás buenas formas de basket en la selección española, vemos el juego en LEB y la pregunta se repite: ¿es simple cambio de velocidad o es otro juego?
No quiero ser crítico, no, no es eso. Es una sensación en los primeros partidos que no puedo evitar. Y eso que el Basket Zaragoza de este año me parece un pedazo de equipo.
Esperemos que no se repita esta sensación más, claro que esperando que al fin el CAI sea un equipo ACB y esas diferencias sean menores.
Los últimos partidos que fui a ver del Cai lo vi perder, asi que pensé que era yo el gafe.
Todos los años le tengo esperanzas, pero pinchan al final.
En cuanto a lo de la velocidad, tienes razón, la LEB es como la segunda división de fútbol, «TERRITORIO COMANCHE», con otras normas reglas mas burdas, mas rudas.
En fin, de todas formas : AUPA EL CAI!!!